Una de las frases más inquietantes y, a la vez, más poderosas, es CREER es CREAR. Todo lo que creemos se transforma en destino. Entonces…aprendamos un poco más acerca de cómo funcionamos los humanos, para poder dar vida a las creencias que nos ayuden a conseguir los resultados que deseamos en nuestra vida, en todos los ámbitos.
¿Dónde “viven” nuestras creencias? Como muchas veces habrás escuchado, nuestro consciente puede procesar sólo
una porción muy pequeña de toda la información que percibimos. Y también sabés que nuestra percepción está sesgada, es decir, sólo vemos lo que creemos que podemos ver, o sobre lo que tenemos algún tipo de conocimiento. A esto llamamos “distinciones”.
En nuestro camino de comprender nuestro universo mental y emocional, esencial para vivir en plenitud, debemos tener claro cuál es el circuito que recorremos cada segundo de nuestra vida y que determina nuestros resultados. Yo lo llamo CICLO DEL DESTINO:
Paradigmas o Creencias
Pensamientos
Emociones
Acciones
Resultados
Comenzaremos hoy el análisis del primer componente de este proceso: los Paradigmas, también llamados CREENCIAS o Modelos Mentales.
Los Paradigmas o Creencias son supuestos profundamente arraigados sobre los que tenemos muy poca o ninguna consciencia.
Podemos compararlos con los sistemas (software) que corren en nuestros ordenadores: a menos que seamos los programadores de ese software, ninguno de nosotros se detiene a analizar cómo funcionan o qué información contienen: sólo nos limitamos a utilizarlos… y si, en algún momento no funcionan, acudimos al servicio técnico profesional para solucionar el inconveniente.
Y nosotros, ¿Cómo sabemos que nuestro “software” no está funcionando como deseamos?
Por los resultados que obtenemos. Y aquí es muy importante hacer una primera distinción fundamental: Nada nos pasa por casualidad. Si, ante cada desafío o revés en nuestra vida, CREEMOS que fue el azar, la economía, la crisis, el gobierno, etc., y negamos nuestra participación en nuestra gestión mental y emocional, explicitada a través de las decisiones que tomamos, entonces, todavía, nos encontramos en lo que denominamos “pensamiento mágico o creencia mágica”.
Te propongo que hoy reflexiones y hagas consciencia, sobre las creencias que sostenés sobre tu profesión, tu salud, tus relaciones…y llevalas al papel:
- ¿Cómo definirías a la vida? Aquí, tené en cuenta en tu respuesta lo que sentís sobre tu vida, no se te pide una definición académica.
- ¿Cuáles fueron y son las razones que tenés para vivir de la manera que lo hiciste hasta hoy?
- ¿En cuánto tiempo creés que te transformarás en tu mejor versión, y por qué creés que así será?
Contestate estas preguntas para seguir ahondando en tu auto-conocimiento, esencial en tu desarrollo personal y profesional.